sábado, 15 de septiembre de 2012

Querido Pablo

Triste, 
Como el perro en la autopista; 
Como una tortuga con prisa; 
como una monja en un burdel. 

Solo, 
Como cuando tu te fuiste: 
Como cuando no te rozan 
Unos labios de mujer. 

Hoy me he vuelto a ver... 

Absurdo, 
Como un domingo por la tarde; 
Como las balas por el aire; 
Como el puto despertador. 

Inútil, 
Como los besos que no diste; 
Como un cuerpo que se viste 
Cuando me desnudo yo. 

Y ahora que voy mas solo que la luna 
Negociando gasolina para este amanecer. 
Ya ves, voy buscando en la basura 
Unos labios que me digan: "esta noche quédate". 

Como un borracho en el desierto; 
Como una princesa en el metro; 
Como un reo sin voz. 

Como una navidad sin techo; 
Como un delfín en el mar muerto; 
Como la lagrima que moja tu colchón. 

Vacío, 
Como el corazón del rico; 
Como el bolsillo del mendigo; 
Como los besos de alquiler. 

Confuso, 
Como una noche sin abrigo; 
Como las frases que ya no te escribo 
Pa´ que vuelvas otra vez.

pio



martes, 11 de septiembre de 2012

Querido Pablo

 La Romería, me ha tocado currar, ya sabes que esto de ser una cocinillas es lo que tiene. Hoy he echo una paella mixta de pollo y conejo para toda la gente que había allí... Me han dado la enhorabuena y otra vez el hombre que me dijo "que tengo una manos mágicas" me lo ha vuelto a decir. Mi jefa igual, y bueno pues ya sabes que no hay cosa mejor para un cocinero que le digan que las cosas que hace están divinas.
Se supone que hoy tendría que empezar a olvidarte, creo que lo dejaré para mañana, hoy me es imposible tomar ésa decisión.
Lo más raro de hoy, que he conocido a un hombre que se llama Pablo y tiene 33 años y encima con ojos azules. Pero no, no eres tú. Ni esos ojos son los tuyos... Pero bueno, vuelvo a auto-convencerme de que era lo mejor.
Como siempre digo, espero que estés bien y feliz, y también espero que te acuerdes un poquito de mí.... Sólo un poquito.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Querido Pablo

Empieza la semana... este dolor ya se ha vuelto insoportable. No he podido dormir en toda la maldita noche. Otra vez esa cantidad de recuerdos contigo. No me lo puedo creer, es como si hubiéramos pasado toda una vida entera juntos.... Por éstas fechas fue cuando empezó a hacerse mi sueño realidad contigo. Y ahora mira, tirada como un perro, y ya no siento ni el alma. Definitivamente esto va acabar conmigo si sigo pensando en ti de esta manera.  Tendré que comenzar a olvidarte como sea.
Te quiero mi amor, te quiero.
Hoy, ME CAGO EN EL AMOR:

sábado, 8 de septiembre de 2012

Querido Pablo

Otro día más sin saber nada de tí.... Es mejor así, lo sé...  Hoy han venido a mi memoria momentos muy bonitos contigo. No se que ha pasado con los momentos malos que parece que ese sabor amargo se ha convertido en una anécdota de "cosas de pareja"....
Me acuerdo cuando me llevaste a la playa por primera vez de noche, que me tapaste con tu toalla y no quise bañarme... ¡ Me compraste un bikini!... Que no me venía, pero fue bonito el detalle...
Me dijiste que por favor no cambiara nunca... Que pasara lo que pasara siguiera siendo así... En ese momento, sentí que algo extraño estaba pasando, muy extraño, algo que no había pasado nunca. He recordado momentos como cuando pasaste por la estafa de la taberna, me llamabas todos los dias ¡ todos! y nos tirábamos horas y horas hablando...
¿Y sabes qué? Tambien he recordado la tarde que me mandaste un mensaje preguntandome si podías llamarme "mi novia".... Madremía, cuando abrí el mensaje, me dieron ganas de salir corriendo y plantarme en la puerta de tu casa y comerte a besos....
No paran de atormentarme miles y miles de momentos contigo porque.. ¡ Hemos pasado de todo juntos! Luego la realidad me golpea en la frente y me obliga a seguir hacia adelante.
La gente del bar dicen que tengo unas manos mágicas, que todo lo que hago ¡está bueno! Me he acordado tanto de tí cuando me han felicitado por alguna tapa...
Tengo que hacer mis croquetas, ésas que tanto te gustan, ésta vez les echaré un poco más de pimienta por tí.
ay Pablo, es la segunda vez que escribo en este bloc, y juego a que tú puedas llegar a leerlo.
Ojalá estés bien, me relaja saber que estoy totalmente segura de que vas a ser feliz, muy feliz. Espero que sea así.
Lo más raro de hoy, ha sido mientras limpiaba la cocina, de repente mi corazón ha tomado el mando de mi cabeza y he imaginado como llegaba a la puerta de tu casa, con mi coche, con un anillo, una botella de champan y dos copas. Imaginaba que me tiraba tres horas pensando en como decirte que te casaras conmigo...  "quien sabe, tal vez lo haga, en cuanto tenga coche lo hago."... Y otra vez me ha vuelto a golpear la realidad en la frente haciéndome comprender que nuestros caminos ya se habían separado para siempre.
Pero todo es posible............................. ¿No?

viernes, 7 de septiembre de 2012

Querido Pablo

Ay amor... si supieras cuanto te hecho de menos, si pudieras hacerte una pequeña idea de lo mucho que cansa vivir así.
Teníamos tantos sueños, tantas cosas por hacer, que queríamos hacerlo todo a la vez.
Pero mirábamos carreteras distintas y para rematar, esas malditas circunstancias que siempre se han entrometido en cuanto nos queríamos. Lo siento tanto amor... Tanto... que no hay peor dolor que no sentir nada.  Rezo para que estés bien. Para que la vida te ayude en estos momentos, que te los haga más fáciles de ver, desde otra prespectiva, tal vez desde esa de "vida nueva". Con la esperanza de que encontrarás a alguien algún día que te haga tan y tan felíz.... que yo, sólo seré el vago recuerdo de lo que creías que era amor.  Tenía que hacerlo, no era justo una vida así.  No podíamos otorgarle ese sufrimiento a algo que habíamos creado los dos. No era justo, ¿querías una vida asi? No lo creo, hubieras sido un auténtico infeliz que siente que no puede tener a su lado lo que más que quiere. Y no, no era justo.  Justo cuando aparece lo más importante que íbamos a compartir,  se te ocurre la genial idea de arreglar tu vida... ¿Y que ocurre con la mía? ..... Esto era cosa de dos, cosa del amor, y de nada más. No intento reprocharte nada y echarte a tí la culpa de todo, quizás aun intente autoconverme de que hecho bien y que lo hice por el bien de todos. Alejarme de tí, renunciar a todo lo que nos unía, era la única manera de que pudieras algún día ser feliz .

lunes, 24 de octubre de 2011

Lo que te conté mientras te hacías el dormido.

NOTA PARA EL LECTOR

Todos los personajes y relatos que aparecen en este libro son reales. No obstante, he cambiado algunos nombres y algunos detalles concretos para proteger su intimidad. Pero, lo que pasó y no llegó a pasar y sus respectivas historias no han sufrido ninguna alteración y aparecen tal y como sucedieron en la realidad.





                                                                          Prólogo

                                        “El amor implica un fenómeno tan raro  que se puede vivir   
                                          toda la vida sin encontrar el ser a quien la naturaleza 
                                                                  ha concedido el poder de hacernos feliz.” 
                                                                                                        Honoré de Balzac


Siempre he tenido una cosa clara en esta vida, y es que cada uno de nosotros nace destinado a estar con alguien en especial. Esa persona que nos completa, a lo que yo llamo: nuestra otra mitad.
Ese alguien con el que percibes que tienes que pasar el resto de tus días a su lado, ese alguien con el que no hay secretos de ningún tipo ni color, que lo sabe TODO sobre ti, absolutamente TODO: lo malo, lo bueno y lo regular y pese a ello, sin saber el porqué, te quiere. 
Puede estar en cualquier parte, puede que incluso en estos momentos esté cerca. Pero, no es tal fácil como todos nos creemos.
Conocemos a millones de personas al cabo de nuestra vida con las que queremos estar. Pero en realidad, no son más que caminos para llevarte a ese ser. Para que tus ojos vean como nunca han visto, vean más allá. Creo que hay que hacerle caso a ese algo, , aunque no sepas definir su nombre, que realmente es, el que sabe ver con el corazón.
 Basándome en mi propia filosofía, el verdadero amor simplemente consiste en que dos personas se conocen y en ese preciso momento en que comparten miradas  el Universo y su magia conspiran para que estén juntos. Pero primero, habrá que cumplir esa trayectoria que la vida les ha reservado… Y es entonces cuando comprendemos, que a fin de cuentas esta vida nos pertenece, por lo tanto ése final incierto también. Y, lo sabemos porque llega ése momento, de lo contrario no hubiera llegado. ¿ No es así?…
 Es como si supieras con la total certeza de que hasta las horas más extrañas llegan a tener algún sentido... Por ése alguien que te quiso, que te quiere y que te querrá siempre, de aquí… a la eternidad.


                                                                                                       Sophie D. R .M.  16 de Abril

                                                                       

Capítulo 1. Pequeños recuerdos.


                                                “¡Ah qué grande es el mundo a la luz de las lámparas! 
                                                  ¡Y qué pequeño es a los ojos del recuerdo!”
                                                                                                         Charles Baudelaire


Permíteme que me presente, mi nombre es Sophie, bueno en realidad ese  no es mi verdadero nombre, pero siempre quise llamarme así y puesto que ésta es mi historia, éste será mi nombre.
Vivo con mi esposo y junto a Cooper, nuestro husky siberiano, en una casita de campo cerca de Lorca (Murcia). Tengo dos hijos maravillosos; Sara y Manuel que siguen con sus vidas en destinos diferentes.
Hoy es mi cumpleaños, una no cumple 69 años todos los días, ¿verdad? Y  lo más seguro es que sea el último que pueda celebrar.
Hace unas cuantas semanas me diagnosticaron una extraña enfermedad que hace que el corazón tienda a latir cada vez más despacio hasta que se detiene por completo. Mi médico, el Doctor Domínguez, me dijo que  sólo es cuestión de meses, con suerte años… Al principio me costó asumirlo, pero para todo llega la hora ¿no?
Así que, en vez de afligirme malgastando los días que me quedan opté  por la opción B: Aprovechar al máximo cada segundo que me brinde el tiempo.
El tiempo… ¿A quién se le ocurriría la insensatez de inventar el tiempo?
A menudo no solemos darnos cuenta de lo acelerado que va, aunque parezca tonto, he de admitir que el tiempo, se ha convertido en el peor de mis enemigos.

Mi esposo, cuyo nombre no voy a poder desvelar, como cada noche, me esperaba en la cama durmiendo. Yo en cambio, me quedé en la mecedora cautivada por una extraña sensación que había abarcado toda la casa e intrigada por la novela que leía mientras me balanceaba delicadamente.
Desde que era una niña, mi afán por la lectura y la literatura fueron aumentando  como el caudal de un río, tanto que, en cierto modo, ha sido mi refugio durante  años. Pocas horas más tarde, después de terminar mi sesión diaria bajo mundos fantásticos iría junto a él. Junto al hombre con el que he compartido mi vida durante más de 50 años. Mi otra mitad me esperaba en el lado derecho de mi cama, esa persona cuya alma estaba ligada a la mía, esa persona con la que decidí en aquel mismo momento que supiera mis secretos más sepultados. Sabía que quedaba poco tiempo y no podía permitir que mi otra mitad no lo supiera todo sobre mí.
Aquella noche no era una noche común, era mi cumpleaños y la melancolía y los recuerdos se apoderaron de mí totalmente; como dijo George Sand, el recuerdo es el perfume del alma.
Cerré el libro que estaba leyendo, “Papillon”, de Henri Charriere, uno de los cientos de libros que me había dejado mi padre como herencia.
¡Nadie en este mundo hubiera dejado una fortuna tan original y útil como esa! Y al levantarme lo lancé a la mecedora.
Salí al patio, me encendí un cigarrillo y una bocanada de aire cerró la puerta de un golpe. El susto que me di, hizo que se me cayera el paquete de “Chesterfield” al suelo.
Me dispuse a cogerlo y me senté en uno de los tres escalones que había antes de entrar a la casa. Respiré hondo, miré al cielo y le di una calada al cigarrillo.
Había tantas estrellas como secretos que yo ocultaba, nunca había contemplado un cielo tan estrellado, era realmente maravilloso. Me quedé pensando…
El tiempo había consumido el cigarro de la misma manera que me consumía a mí, comprendí que ya era el momento de empezar con mis confesiones. Pero, ¿cómo lo haría? ¿Cómo le contaría a mi esposo todas aquellas cosas sin desperdiciar el tiempo que nos quedaba juntos?  Una vez leí un libro, el cual no recuerdo como se llamaba. Decía que cuando dos personas están completamente enlazadas pueden comunicarse de cualquier manera. Incluso, cuando una de ellas duerme, el subconsciente que padece de insomnio, siempre está unido al de la otra persona.  Sabía de sobra que mi esposo y yo conservábamos tal magia. ¡Esa era la respuesta! Lo haría mientras él dormía, de esa manera, despiertos pasaríamos el tiempo juntos y dormidos también. Como puedes observar, hay cosas que sólo se aprenden de los libros.
(continuará)